1.
Siendo las Rúbricas las
leyes que la Iglesia tiene establecidas para dar el debido culto á la suprema
Majestad de Dios, y constándonos por otra parte que este mismo Dios no quiere ser honrado sino en
el modo y forma que dispone esta su divina Esposa, á la cual ha confiado todos
sus poderes y autoridad (Euntes docete
omnes gentes… Docentes eos servare quae mandavi vobis [Matt. XXVIII, 19] ), queriendo todo lo que ella quiere, y
reprobando todo lo que ella reprueba; se deduce de aquí á todas luces que
dichas leyes deben observarse rigorosamente, sin poder menospreciar ninguna de
ellas, so penas de incurrir en todas las maldiciones lanzadas por el mismo Dios
sobre aquellos que despreciaren la guarda de sus sagradas ceremonias (Deut.,
XXVII).
2.
Porque,
si grandes eran las maldiciones y castigos con que amenazaba el Señor á los Sacerdotes
de la antigua ley, que hiciesen semejante desprecio, ¿cuáles y cuán grandes no
serán las que tendrá Él reservadas á los Sacerdotes de la nueva ley, y, según
el órden de Melchisedec, destinados á ofrecer al Eterno Padre a hostia pura,
santa é inmaculada del SS. Cuerpo y Sangre de su Hijo Jesucristo?
3.
De
aquí es que el Concilio de Trento en la Sesión 7.ª, Cánon 13, lanza anatema
contra aquellos que digan, que pueden despreciarse ú omitirse al antojo y sin
pecado los Ritos aprobados por la Iglesia Católica: Si quis dixerit receptos ut aprobatos Ecclesiae Catholicae Ritus, in solemne
Sacramentorum administratione adhiberi consuetos, aut contemni aut sine peccato
á Ministris pro libitu omitti, aut in novus alios per quemcumque Ecclesiarum
Pastorem mutari poss; anatema sit. Y el Santo Pontífice Pio V en su
memorable Bula Quo primum con precepto formal y riguroso establece en el Misal el
rito, modo y forma que deben guardarse en el Sacrosanto Sacrificio de la Misa: Mandantes ac distrecte ómnibus… in virtute sanctae obedientiae praecipientes…,
ut Missam juxta ritum, modum ac normam quae per Missale hoc a Nobis nunc
traditur, decantent ac legant, nequé in Missae celebratione alias ceremonias vel
preces, quam quae hoc Missali continentur addere vel recitari praesumant.
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